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La Deuda

​

© 2020 Michael George Wolliston

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Capítulo 1

 

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En la ciudad de Sevilla viven 3 personas. Sus nombres son Ana, Elena y Tobías.

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Estas tres personas viven juntas en una casa maravillosa, que tiene 3 dormitorios.

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Ana es una estudiante de matemáticas y Elena trabaja como oficial de policía.

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Tobías también trabaja. Él trabaja como maestro de escuela.

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Tobías y Elena son una pareja y viven juntos en una de las habitaciones.

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Era un domingo. Ana y Tobías estaban en la cocina. Tobías estaba leyendo un libro, pero Ana tenía un problema y quería hablar con él.

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"Tobías...", dijo Ana con calma.

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Tobías lo ignoró y siguió leyendo.

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"¡Tobías!...,", repitió, esta vez más fuerte e infantil.

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Tobías puso lentamente el libro sobre la mesa. "Hola princesa Ana, ¿en qué puedo ayudarte hoy?"

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"No tengo dinero", dijo Ana. "¡Nunca tengo suficiente dinero!"

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"¿Qué dices?" le preguntó Tobías. "¡Ayer tenías 60 euros en la discoteca!"

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"Sí, lo tuve, pero el vino de la discoteca me costó 25 euros por botella... ¡Fue mucho dinero!"

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"Entonces, ¿por qué compraste 2 botellas?" preguntó Tobías.

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Él seguía, "Espera un segundo, no soy un matemático como tú, pero si una botella de vino cuesta 25 euros, 2 botellas valen 50 euros... ¡eso significa que todavía tienes 10 euros!”

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"Sí, Sr. Einstein, pero no tengo más dinero", respondió Ana.

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"¿Por qué no lo tienes?"

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"Me perdí los 10 euros"

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"¿Qué?" preguntó Tobías. "¿Te has perdido los 10 euros? ¿Dónde exactamente? ¿En la calle? ¿En la discoteca?”

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"No sé dónde exactamente", respondió Ana con tristeza. "¡Anoche todavía tenía los 60 euros y hoy no tengo nada! Por favor Tobías, ¿puedes prestarme 40 euros hasta el viernes?"

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"No, no recibirás más dinero de mí, ahora vete, ¡quiero seguir leyendo mi libro!"

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"¡Por favor Tobías! Sólo hasta el viernes”.

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"¿Y qué tienes este viernes?" preguntó Tobías.

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"Este viernes mis padres vendrán a visitarme".

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"Aaaah sí, ¿cómo podría olvidarlo? Todos los viernes tus padres vienen y te dan dinero." Tobías se río... "¡Oh, gracias, mamá rica! ¡Gracias papi rico!"

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"Por favor, Tobías", repitió Ana, "¡No te rías de mí! Sólo necesito 40 euros hasta el viernes. ¿Puedes ayudarme?"

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"¡Sí, sí, está bien! Toma el dinero de mi chaqueta de cuero. Está en mi dormitorio."

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"¡Gracias Tobías... y el próximo sábado solo compararé una botella de vino en el club!"

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